Las alpacas, originarias de los Andes de Sudamérica, son apreciadas por su fibra suave y lanuda, que viene en una variedad de colores como blanco, marrón, negro y gris.

Estos animales son altamente adaptables a diferentes altitudes y condiciones climáticas, gracias a su pelaje resistente al frío.

Aunque son herbívoras, su dieta se compone principalmente de pasto y heno, pero también pueden consumir hojas y ramas de árboles.

Son animales sociables que pueden vivir en rebaños de hasta 20 individuos y tienen una habilidad natural para la comunicación a través de sonidos y posturas corporales.  

Las alpacas, criaturas fascinantes de los Andes sudamericanos, tienen una historia que se remonta a miles de años.

Domesticadas por las antiguas civilizaciones preincaicas de la región, estas criaturas fueron criadas por su fibra suave y cálida, que se convirtió en un elemento crucial de la cultura y economía de la región. Durante siglos, las alpacas fueron cuidadas y protegidas por las comunidades indígenas, que valoraban su fibra como una de las materias primas más importantes para la confección de textiles de alta calidad. Con el tiempo, las alpacas se convirtieron en un símbolo de prosperidad y estatus social en la región andina, y su fibra fue comerciada en todo el mundo.

Hoy en día, las alpacas continúan siendo una parte integral de la vida y cultura de las comunidades andinas, mientras que su fibra sigue siendo altamente valorada en la industria textil global.